lunes, 2 de noviembre de 2009

ES LA GASOLINA, NO LA PAPA, La Republica

ES LA GASOLINA, NO LA PAPA
Por Camilo Herrera Mora
Presidente de RADDAR
Especial para La República
camiloherrera@raddar.net
colombiador.blogspot.com

La variación de precios en Colombia en lo corrido del año acumula una inflación de 2,12%, lo cual es histórico en nuestro país, ya que en los últimos diez años en promedio fue de 4,46%, siendo la mitad de lo esperado. Obviamente lo importante no es el dato sino sus razones, y estas están muy lejos de lo que se ha dicho en los medios de comunicación.

Hay dos temas fundamentales en el dato de inflación de este año. El primero es la nueva metodología que le da mucho más peso al precio de la gasolina y le quita peso a alimentos como la papá, lo cual ajustó la realidad del consumo de los hogares colombianos, ya que cada día más personas tienen acceso a tener un carro o una moto. Segundo y en concordancia con este mismo dato, el gobierno ha mantenido constante el precio del galón de gasolina en el mercado por 5 meses, eliminando la presión que esto tiene en la inflación, en consumo de hogares y el costo de los insumos y fletes. Básicamente el gobierno nacional con una medida de control de precios, está haciendo política monetaria, la cual es exclusiva del Banco de la República, aunque este no tiene porque estar molesto.

De los 2,12% puntos de cambio de precios en Colombia, alimentos sólo explica 0,15 puntos porcentuales, y transporte 0,03, lo cual en ambos casos es completamente atípico. Sin duda los alimentos han bajado de precio después de la escalda de 2.007 y 2.008, pero la gasolina mantiene su precio de manera artificial. Y mientras estas dos categorías son cerca del 34% de la ponderación de la medición de inflación, solamente han aportado un 8,4%, ni siquiera la cuarta parte de lo que deben pesar.

Esto ha llevado a que la inflación de este año este claramente concentrada en vivienda y gastos varios, los cuales incluyen los servicios públicos y los elementos de aseo personal, que si están vinculados a los precios internacionales de los energéticos y atados a la inflación causada del año anterior en el tema de servicios públicos y arriendos.

Estos fenómenos se suman a inflaciones negativas en vestuario y electrodomésticos que refleja la realidad promocional del comercio, que este año como ningún otro han realizado promociones todos los meses, afectando el ciclo normal de consumo y de precios. Igualmente las cadenas de supermercados han intentado capturar a su consumidor con precios estables en los productos ofrecidos, reduciendo el margen obtenido por sus ventas y por ende el margen de los productores.

Estas situaciones nos dejan ver que la caída en el precio de los alimentos no ha impactado tan fuertemente como se dice, ya que la caída de precios de algunos productos se ha visto neutralizada por el aumento de otros, como es el caso de cereales (-8%) y comidas por fuera del hogar (7,8%).

El escenario es simple: bajos precios por promociones, congelación de precios de gasolina y caída normal de precios de los alimentos, lleva a una inflación baja; lo que indica que las tasas de referencia del Banco no ha tenido mucho que ver, y que el 2.010 tendrá presiones inflacionarias.

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