sábado, 20 de febrero de 2010

DE ECONOMÍA, NADA, La Republica

Martes 9 de febrero de 2010

DE ECONOMÍA, NADA

Por Camilo Herrera Mora
Especial para La República
camiloherrera@raddar.net
colombiador.blogspot.com

A 4 meses de la elección presidencial se intuye que no habrá un cambio significativo en las políticas económicas del país y que hasta no tener claridad sobre el próximo presidente de Colombia el mercado estará limitado en inversión extranjera y con los indicadores monetarios, bursátiles y cambiarios en un estado de letargo, ya que el mundo no tiene claro que en cualquiera de los escenarios de cambio presidencial en nuestro país no significan una encrucijada como la que tiene Perú, México o Brasil, sino la continuidad de la ortodoxia económica de los últimos gobiernos.

Ciertamente la independencia del Banco de la República, la flotabilidad del dólar y la inflexibilidad presupuestal y tributaria del país no dan un gran margen de cambio al próximo mandatario o mandataria; ya hoy se saben rumores sobre quienes serían los asesores económicos de los candidatos: Alejandro Gaviria con Sergio Fajardo, Juan Carlos Echeverry con Juan Manuel Santos, Roberto Jungito con Andrés Arias y Jaime Ruiz con Noemí Sanín, lo que indica que básicamente la ortodoxia macroeconómica está asegurada. Algo parecido pasaba con Juan Luis Londoño cuando escribia el programa de gobierno de Uribe, porque sabíamos que el tema sería la seguridad social, más no imaginábamos que su remplazo después de 7 históricos años de ministro declare una emergencia social y no renuncie.

Lo que no es claro y sin duda existen grandes diferencias en el cómo y no el que. Nadie está hablando de comercio exterior y los complejos TLC, la bomba pensional o la financiación de la seguridad democrática, porque esta campaña vive de silencios a voces mientras se define la suerte de Uribe.

Por eso exijo que comiencen a hablar de sus políticas económicas, de la forma de generar empleo, del juego de comercio exterior, de la financiación del estado y la sostenibilidad financiera de la seguridad democrática para mostrarle a sus electores como van a hacer las cosas y al mundo que las cosas en Colombia no van a cambiar sin importar quién sea el presidente; conocer su posición por la financiación de salud de los pobres con impuestos a los pobres y que algún día presenten un política clara sobre el consumo, ya que ese tema es la deuda histórica de nuestra política económica a la población, ya que hemos sido tan sólidos en lo macroeconómico que la redistribución de ingresos y el aumento del bienestar han sido capítulos olvidados y explicados como parte de los problemas estructurales del empleo.

Ya es momento que dejen de hablar de seguridad y de su posición sobre lo económico, decir como financiaran el estado, como apoyaran la oferta y como dinamizaran la demanda, porque las seguridad se logra cuando hay una riqueza relativamente distribuida.

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