jueves, 23 de octubre de 2008

URIBE Y EL CONSUMO

URIBE Y EL CONSUMO
Por Camilo Herrera Mora
Presidente de RADDAR
23 de Octubre de 2.008
camiloherrera@raddar.net
colombiador.blogspot.com

No es claro si es una posición definida del gobierno, pero es evidente que en su política económica el consumo no es una cosa de gran importancia. Uribe lleva afirmando en los últimos meses que “Para construir confianza trabajamos tres pilares: seguridad desde la democracia, confianza inversionista desde la responsabilidad social y construcción de cohesión social desde las libertades”, lo que demuestra una clara fijación al fomento de la oferta pero no de la demanda.

En este mismo sentido la posición del gobierno frente al aumento de las tasas de interés por parte del banco central ha sido enfocada a la preocupación por los empresarios, al igual que cuando se presentó la fuerte revaluación; mientras que el tema de consumo sólo ha surgido frente al problema inflacionario de este año y la inocultable pérdida de capacidad de compra de los hogares y el freno en el crédito de consumo

Parece que es tal el esfuerzo de hacienda por aumentar la economía vía inversión, que el consumo de hogares ha perdido su marcha ante los choques inflacionarios y crediticios; las cifras son claras: desde el tercer trimestre de 2.002 hasta el segundo semestre de 2.008, el PIB corriente desestacionalizado ha crecido un 94%, y el consumo de hogares solamente 78%. Estos 16 puntos de diferencia los explica claramente el crecimiento de la inversión en Colombia, la cual desafortunadamente no se ha transferido a un mayor consumo de hogares aún.

Esta barrera causa que el consumo de hogares no fomente la oferta interna, la cual sumada al escenario inflacionario, el vaivén del dólar que afecta valor de remesas y precios de importados, tiene creciendo al consumo a tasas similares al crecimiento poblacional, en adición a la pérdida de capacidad de compra de los salarios que ya supera el 7%.

Afortunadamente el mercado ya se despertó en el segundo semestre y se ven dinámicas interesantes y las promociones del comercio han devuelto el tráfico a los centros comerciales y a las cadenas, pero es evidente que no se ve una pronta recuperación de los bienes durables, y menos con un dólar caro.

Entonces, en este escenario, queda una duda, ¿Por qué no ayudar al consumidor?; parece que esta visión del colombiano está ausente en la política económica actual y no hay ningún tipo de creatividad al respecto, con la curiosidad que si se logró un decreto para devolver el IVA a los extranjeros que vienen al país.

Es evidente que la demanda es la contraparte de la oferta y si se fomenta una y la otra no, los beneficios no lograrán sostenerse en el tiempo, por esto es momento que el discurso de Uribe, o de su sucesor, comience a tocar prontamente el tema de consumo, porque el debate por salario mínimo ya comenzó, y con seguridad propuestas como aumentar el 4% en enero y revisar la cifra en junio, estarán en la mesa. Este gobierno está a punto de ser víctima de su medicina: tanto apoyo a la oferta, sin pensar en la demanda, conlleva a que la oferta no tenga a quien venderle; puede pasar que los triunfos militares se pierdan en la canasta familiar.

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