lunes, 10 de noviembre de 2008

CORREA, ¿NEOKEYNESIANO? - La República

CORREA, ¿NEOKEYNESIANO?
Por Camilo Herrera Mora
Noviembre de 2008
Presidente de RADDAR
camiloherrera@raddar.net
colombiador.blogspot.com

Sorpresivamente el editor de El Comercio de Ecuador dijo en Bogotá que el presidente Correa no es socialista sino un neokeynesiano puro y que es momento que comencemos a estudiarlo en Colombia, con una profundidad superior a una disputa política en la frontera. Finalmente, es bueno saber quién y cómo es el vecino.

La segunda parte de la premisa es cierta y dolorosa. De Ecuador no sabemos casi nada y mucho menos sobre sus posiciones políticas y verdaderas intenciones política, pero se ha vinculado a Correa con Chavez y por ende ya se ha satanizado, sin juicio pero condenado. En esto tiene mucha razón.

En cuanto a lo primero, el tema requiere mucho más análisis. Correa era profesor de macroeconomía de una universidad privada, fue ministro de hacienda y su actitud frente al ALBA ha sido negativa. Sin duda es más cercano a Chávez que a Uribe, pero esto no tiene significación política real. Lo que se debe considerar, y tiene mucha razón Hernán Ramos en afirmar eso, es que Correa cree en una economía de mercado con un papel activo del estado en la dinamización de la demanda interna.

La expansión del gasto público que ha presenciado el pueblo ecuatoriano por medio de subsidios directos, en el escenario de una economía dolarizada, ha desembocado en una reactivación del consumo incluso en tiempos de crisis financiera e inflación global. La apuesta de Correa de llevar al estado a ser un agente de mercado y un irrigador de recursos en el sistema, parecía contra corriente en el momento en que el discurso de libre mercado era altamente dogmático, pero hoy ya es posible financiar a la banca norteamericana con recursos públicos.

Si el análisis de Ramos es cierto, estamos en presencia de un ultraliberal en la frontera sur, no de un socialista ni mucho menos de un comunista. Lo que conlleva a que la izquierda colombiana encuentre en este modelo un ejemplo interesante, y que más de 500.000 colombianos vivan en Ecuador.

Debemos comenzar a pensar que nuestro vecino no es intervencionista sino un agente de mercado, actuando más en el discurso de Keynes que en el Osborne, porque el estado tiene un rol de gasto y no solo de regulación. Esto se evidencia en que pese a las dificultades políticas presentes entre los dos mandatarios, el ecuatoriano no ha afectado el comercio, ya que en su concepción teórica el libre comercio es fundamental, y si el estado puede incentivarlo, así lo hará.

Sin duda, esto es posible en el escenario de buenos precios del petróleo, una economía dolarizada y un gobierno popular, de lo contrario no tendría recursos y se vería seriamente afectado por el sector privado, que puede ver distorsiones que les afectan los mercados. Es bueno comenzar a pensar que las acciones del gobierno ecuatoriano ante el problema en la frontera es una situación política, y que su actuar económico con gasto público expansivo es mucho más que un socialismo soslayado que debemos macartizar, ya que por el contrario es un modelo económico que funciona bien en ciertas condiciones de mercado.

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