domingo, 3 de mayo de 2009

¡QUÉ MAL EJEMPLO!, El Nuevo Siglo

Sábado 2 de mayo de 2009

Asimetrías
¡QUÉ MAL EJEMPLO!
Por Camilo Herrera Mora
Colombiador.blogspot.com

Lo ocurrido el fin de semana pasado es inaceptable. Un jugador fingen una falta para lograr una ventaja significativa, haciendo parecer culpable a otro que inmediatamente es sancionado, y su respuesta a este engaño es “el futbol es de vivos y no de bobos”; para terminar este intolerable hecho, parte de la hinchada y de los llamados “expertos del futbol” están indignados porque la comisión arbitral quitó la injusta sanción del árbitro y sancionó al jugador de futbol por una fecha.

Nuestra sociedad no puede permitir la mentira y las trampas y señalar la justicia como indignante; si nuestros deportistas actúan de esta manera, simplemente lo hacen porque históricamente lo hemos permitido y esto mina nuestra sociedad, que lentamente llega a un ladinismo inmanejable.

Parte de la hinchada aplaude al jugador y clama por impunidad, mientras la comisión arbitral intenta corregir el error de uno de sus jueces, soportando la presión de la comunidad del futbol.

Afortunadamente la mayoría de la ciudadanía esta escandaliza con el suceso, ya que muestra a un ídolo juvenil haciendo trampa para ganar, sin pensar en las consecuencias. Y tristemente se han escuchado frases como “bueno, pero no mataron a nadie”, lo cual es inaceptable, pero dolorosamente cierto.

El futbol hoy refleja lo peor de nuestra sociedad: impunidad, trampas, violencia, juventud sin rumbo, alcohol, drogas, mediocridad profesional, directivas incompetentes, competencia salvaje y el total dominio del dinero, donde el fin justifica los medios y lo importe es ganar y no el futbol en sí mismo. Tristemente demuestra muchos de los extremos de nuestra dolida sociedad.

El futbol, con el cual crecimos algunos, como ejemplo de trabajo en equipo, de superación personal y de mecanismo de autoestima, hoy es una caldera de vicios, trampas y mediocridad. Así, es imposible que este deporte y espectáculo funcione, ya que algunos hinchas decidieron no llevar a sus hijos al estadio porque no es seguro y no volvieron a usar la camiseta, porque una cosa es querer al equipo y otra cosa es ser blanco de violencia. Si un futbolista hace lo que sea por ganar, la hinchada hace lo mismo.

Colombianada: Mientras aplaudimos a un jugador que hace trampa para ganar, aceptamos que el gobierno cambie las normas para seguir gobernando.

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