lunes, 28 de septiembre de 2009

¿JUSTICIA O POLÍTICA?, El Nuevo Siglo

Sábado 19 de septiembre de 2009

Asimetrías
¿JUSTICIA O POLÍTICA?
Por Camilo Herrera Mora

Cualquier lector desprevenido de periódicos en Colombia se ha encontrado con noticias en los últimos días que se están presentando muchas acciones judiciales contra políticos y que el aparato de justicia no obedece a la clase política.

Algunos afirmarán que es un choque de trenes, presión política o un fenómeno de oposición al referendo, pero mirando las cosas con más calma, simplemente se puede ver la independencia de la rama judicial.

El ejecutivo tiene detenidas una gran cantidad ternas de magistrados a distintas cortes sin presentarlas a su votación y manda a la fiscalía una terna que llena la expectativas de nadie en el sector jurídico, simplemente porque no cumplen con el perfil; es como tener una lista de delanteros para nombrar un portero. Igualmente la Corte recoge a los congresistas juzgados por parapolítica evitando así la evasión que se había presentado, al mismo tiempo que se revisaban las residencias de algunos parlamentarios encontrando millonarias sorpresas.

Esto sumado al estudio del tema de las notarias, la constitucionalidad del referendo y el transfugismo político con la posible eliminación de la posibilidad de la reelección, muestra como las normas parecen incomodar a ciertos sectores de la clase política, que más les interesa mantener el poder sin considerar los medios para hacerlo.

Pese a todas las dificultades y señalamientos del estado de opinión, la justicia se levanta como una pequeña guerrilla que quiere tomar el poder, derrocando a una clase corrupta que está dispuesta a todo por tenerlo.

Lo curioso es que en la misma justicia la tiene serios problemas de corrupción y de posición política, lo que hace que la opinión calificada se sienta algo escéptica sobre los logros reales de la rama judicial. Lo cierto es que como nunca hay gobernadores, congresistas, alcaldes, concejales y hasta contralores presos por delitos de toda índole, que se resumen en el aumento del poder y la riqueza personal.

Estamos lejos de una purga de la clase política, más aún con el espectáculo de cambio de partidos ante la aprobación del referendo reeleccionista, pero el lanzamiento del partido de los exalcaldes de Bogotá, la candidatura de Fajardo y los uribistas no reeleccionistas, dan alguna luz de esperanza. Esperemos que la justicia siga ciega y coja, para que haga las cosas con calma y sin afanes de opinión.

Colombianada: mientras estas ramas chocan, el contralor tiene que salir a demostrar que no hay nómina paralela en su oficina.

Colombiador.blogspot.com

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